El teatro es una actividad artística que consiste en representar una historia para un público sobre un escenario. A su vez, el teatro se alimenta del género dramático, que no es más que el género literario que precede a una representación teatral.

El teatro helénico

El teatro tiene sus inicios en la antigua Grecia en el siglo V a.C. y funcionaba como una forma de entretenimiento y expresión artística. El teatro griego clásico se caracterizó por su enfoque en los mitos y la religión griega, y se dividía en dos géneros principales: la tragedia y la comedia.

Además, el teatro griego a menudo abordaba temas filosóficos y morales, y servía como un medio para que los griegos exploraran sus creencias sobre el mundo.

Entre los autores griegos más importantes están Sófocles, autor de Edipo Rey, y Electra; Esquilo: autor de Los persas y Prometeo encadenado. También Aristófanes, autor de comedias como Las avispas y Las nubes.

El teatro medieval

La estructura del teatro griego se mantuvo durante siglos, hasta alcanzar la Edad Media en Europa, un período que abarcó desde el siglo V hasta el siglo XV.

Durante este tiempo, la forma de mayor difusión fue el teatro litúrgico. Otra forma importante de teatro medieval fue el teatro vernáculo, que se desarrolló a partir de las tradiciones populares y folclóricas y se centró en la representación de historias y leyendas populares. Estas representaciones se realizaban de forma itinerante y eran empleadas para comunicar noticias en todos los rincones de Europa.

El teatro del Renacimiento

Durante el Renacimiento, el teatro experimentó un gran florecimiento en Europa, especialmente en Italia, España, Inglaterra y Francia. El teatro renacentista se caracterizó por una mayor atención al realismo y la exploración de temas humanistas, en contraposición a las temáticas religiosas y mitológicas del teatro medieval.

En España, el teatro fue especialmente prolífico durante el Siglo de Oro español. El Barroco dio lugar a un número mayor de recursos para montar una pieza teatral. También compartió los recursos ling��ísticos complejos y las constantes referencias a la religión y la mitología griega.

Autores como Lope de Vega con Fuenteovejuna, Pedro Calderón de la Barca, y La vida es sueño en España, escribieron y montaron obras dramáticas; mientras que Sor Juana con la comedia de enredos, Los empeños de una casa, en la Nueva España, destacaron por su estilo culto y complejo.

Por otra parte, Moliere es el representante del barroco francés. Sus piezas teatrales están llenas de humor, pero con un lenguaje preciso y original. Comedias ácidas como Tartufo o El misántropo ridiculizan arquetipos burgueses de la época.

A su vez, en Inglaterra, el teatro renacentista se desarrolló durante el reinado de Isabel I (de aquí proviene el término “teatro isabelino”). En esta época surgieron autores como Christopher Marlow o William Shakespeare, el autor más influyente de la literatura inglesa y quizá de la literatura universal.

Obras como Hamlet, La tempestad y Macbeth se representaron por primera vez en edificios destinados específicamente para las artes escénicas con actores profesionales. El teatro adquirió gran relevancia en la vida pública y política gracias a la popularidad de las obras entre la población.

El teatro moderno

Demos un salto hasta finales del Siglo XIX para mencionar otras obras de gran relevancia para el mundo y la historia del teatro. En 1879 el noruego Henrik Ibsen estrenó Casa de muñecas, unas de las obras dramáticas más influyentes del teatro actual. La trama es una crítica a las convenciones sociales sobre el matrimonio y al control sobre las mujeres.

La obra de Ibsen apenas fue el comienzo de nuevas formas de hacer teatro, no sólo por los temas (que se alejaron por completo de la religión), también por los recursos narrativos y de representación.

Si el teatro siempre había sido reflexivo sobre las creencias y convenciones de una sociedad determinada, en el Siglo XX distintos autores de occidente adquirieron un velado compromiso social y combatieron el autoritarismo con sus obras.

Arthur Miller

En Estados Unidos Arthur Miller destacó por su compromiso social y político que expresó con la exploración de temas como el capitalismo, la corrupción y la justicia social mediante personajes y situaciones que reflejaban la complejidad de la sociedad estadounidense de la época.

Entre sus obras destacadas se encuentra La muerte de un viajante, una obra que retrata la crisis de identidad y el fracaso del sueño americano; y Las brujas de Salem, una obra que se basa en los juicios por brujería que tuvieron lugar en Salem en el siglo XVII, para reflexionar sobre el miedo, la superstición y la intolerancia.

Samuel Beckett

Mientras tanto, en Irlanda, Samuel Beckett se convirtió en uno de los autores más influyentes del teatro de la posguerra. Su obra se caracterizó por su estilo minimalista y la exploración de temas existenciales y filosóficos, como el sentido de la vida, la soledad y la muerte. Experimentó con la estructura narrativa y dramática, empleando técnicas como la repetición y la fragmentación.

Escribió títulos de renombre como Los días felices o Esperando a Godot, una obra que se considera un clásico del “teatro del absurdo” y que explora la temática de la espera y el sinsentido de la vida.

Bertolt Brecht

Por último, el dramaturgo, poeta y director de teatro alemán, Bertolt Brecht destacó por su fuerte compromiso político y social, y por su estilo distanciado y crítico hacia la realidad que le rodeaba. Brecht siempre cuestionó el poder y las injusticias sociales, y lo hizo a través de sus obras.

Brecht creó una técnica teatral conocida como "Teatro Épico", que buscaba alejar al público de la obra para que pudiera reflexionar críticamente sobre la realidad.

Entre sus obras más importantes destacan El círculo de tiza caucasiano, que reflexiona sobre la justicia social y la propiedad privada, y la obra La ópera de los tres centavos, que utiliza la música y la sátira para cuestionar la moralidad y la hipocresía de la sociedad occidental. El libro Teatro completo, reúne todas las piezas teatrales de Brecht.

El teatro en España también tuvo diversos representantes. La antología Teatro breve entre dos siglos reúne voces destacadas de los últimos dos siglos.

El teatro es una actividad que ha existido desde hace más de 2,500 años. En cada época y contexto ha funcionado como fuente de conocimiento y experiencias y como una forma de representar la realidad de forma crítica. La lectura y apreciación del teatro son actividades enriquecedoras para todos.