La densidad emotiva de Romeo y Julieta, la célebre tragedia de William Shakespeare, es, probablemente, la causa de la fascinación que ha ejercido en todos los tiempos. Esta obra clásica de la literatura universal, considerada uno de los textos más influyentes del teatro inglés, continúa conmoviendo a generaciones por su intensidad emocional y profundidad simbólica.

Cuatro conceptos fundamentales estructuran el drama de Romeo y Julieta y definen su poderosa narrativa:

El Destino, inevitable y marcado por una serie de presagios que preludian un final trágico e inevitable.

La Acción, determinada por la enemistad ancestral entre los Montesco y los Capuleto, y por la precipitación y juventud de sus protagonistas.

El Amor, apasionado y absoluto, que se alza como una fuerza pura en continuo contraste con el odio y el conflicto social.

La Muerte, presentada como la única forma posible de perpetuar un amor que solo encuentra obstáculos y oposición en su camino.

Este clásico literario, ideal para lectores jóvenes y adultos, estudiantes de literatura, y amantes del teatro, es una lectura obligada para comprender el poder del amor trágico, el conflicto familiar, la dualidad entre pasión y violencia, y la fragilidad de la vida frente al destino.